viernes, 26 de septiembre de 2008

Artemis asiste con éxito al ATV “Julio Verne”

Artemis, el satélite de retransmisión de datos de la ESA, respondió con éxito a la petición de servicios de emergencia por parte del Centro de Control del ATV, tras el inesperado apagón del Centro Espacial de la NASA en Houston, Texas.

Las operaciones de Artemis se realizan desde las instalaciones de la ESA en Redu, Bélgica, dónde se ubica el centro de control de misión del satélite y un terminal de banda Ka con una antena parabólica de 13.5 metros de diámetro.

La tarea más reciente realizada por Artemis fue comunicarse con “Julio Verne”, el primer Vehículo Automatizado de Transferencia (ATV) de Europa, una misión que compartía con el Sistema de Seguimiento y Satélites de Retransmisión de Datos (TRDSS) de la NASA. “El 11 de Septiembre recibimos notificación de que era necesario dar apoyo de emergencia al ATV a través de Artemis,” explica Benoit Demelenne, responsable de TT&C de Redu y de la Unidad de Operaciones del Satélite. “El huracán Ike se estaba acercando al Centro Espacial Johnson en Houston, que tuvo que ser evacuado. El Centro de Control del ATV solicitó apoyo de emergencia a través de Artemis ante la posibilidad de que las comunicaciones con el ATV a través del TDRSS se pudieran ver interrumpidas.”

Kris Capelle, Director de la misión ATV, también explicó que fue necesario efectuar una maniobra para esquivar basura espacial (DAM, Debris Avoidance Manoeuvre) que podía acercarse demasiado al ATV.

“Para efectuar estas operaciones necesitábamos visibilidad adicional para seguir el comportamiento del ATV. Debido a que estas dos situaciones se presentaron justo a la vez, era necesario contar con el apoyo adicional de Artemis,” explicó Capelle.

El equipo de control de la misión y el equipo de apoyo del segmento terrestre del Centro de Control del ATV en Toulouse y el Centro de Control de Artemis en Redu iniciaron los procedimientos inmediatamente. Con sólo unas pocas horas para prepararse, se pudo ofrecer apoyo al ATV durante la noche, con éxito.

Artemis ha cumplido más de cinco años de operaciones en órbita. Se encuentra en una órbita geoestacionaria sobre África y tiene tres misiones fundamentales:

  • Ofrecer un sistema de comunicaciones entre satélites empleando enlace de radio avanzado en las bandas S- y Ka- y tecnología láser.

  • Jugar un papel clave dentro del sistema europeo de navegación por satélite EGNOS, emitiendo señales mejoradas de GPS y GLONASS para el uso por parte del transporte civil del servicio de “seguridad crítica” y los servicios de navegación.

  • Ofrecer un sistema de comunicaciones de voz y datos entre terminales móviles en zonas remotas de Europa y el norte de África, así como en el Atlántico.

Artemis fue utilizado como enlace de comunicaciones con el ATV “Julio Verne” durante las distintas fases de su misión, trabajando en paralelo con el TDRSS. Constituyó el sistema principal durante la fase en la que el ATV estuvo acoplado a la ISS, y ofreció respaldo en la recepción de telemetría y telecomando hacia y desde el vehículo ATV durante la fase de rendezvous –encuentro-el acoplamiento, el desatraque y la reentrada. El ATV “Julio Verne” ha completado una impecable misión de seis meses, desacoplándose de la Estación Espacial Internacional (ISS) el 5 de Septiembre para completar el último tramo de su viaje en el espacio, que terminará al destruirse en una reentrada controlada en la atmósfera terrestre el 29 de Septiembre.

“Una vez más Artemis ha demostrado estar preparado para responder a las necesidades de los programas de la ESA, como es el caso del servicio continuado de retransmisión de datos de Envisat,” comenta Andrea Cotellessa, responsable de la Oficina del Proyecto Artemis. “Se nos ha encomendado continuar las operaciones de Artemis proporcionando los servicios iniciales hasta la puesta en servicio del Sistema Europeo de Retransmisión de Datos, y a partir de ahí seguir ofreciendo servicios de respaldo hasta el fin de la vida operativa de Artemis”.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Vientos huracanados en Venus con velocidades de hasta 370 kilómetros por hora

El ojo infalible de la sonda Venus Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés), que vigila el planeta Venus el más parecido en cuanto a tamaño a la Tierra es en realidad un detective que vigila y penetra en su atmósfera. Venus es el equivalente al infierno de Dante: hay tanto dióxido de carbono en su atmósfera, que el efecto super-invernadero logra que el plomo se derrita en su superficie.

La presión que uno tendría que soportar estando allí es noventa veces superior a la terrestre. Ahora, la sonda ha proporcionado los datos a un investigador español, Agustín Sanchez-Lavega, y su equipo, para construir una imagen más completa y en tres dimensiones de esa atmósfera tan espesa, y en especial, de los terribles vientos que se suceden a distintas alturas.

Los aparatos de la sonda, desde una distancia de 66.000 kilómetros, han analizado las corrientes en una altitud comprendida entre 45 y 70 kilómetros sobre el polo sur de este mundo. Y han realizado un mapa en tres dimensiones sobre la circulación de estos vientos, midiendo su velocidad. ¿Cómo? "Nos fijamos en las nubes y cómo se movían", indicó el investigador español Agustin Sanchez-Lavega, de la Universidad del País Vasco. "Al rastrearlas durante un periodo largo de tiempo, podemos tener una idea más precisa de los vientos que hacen que esas nubes se muevan".

El vigilante de estos vientos es un espectrómetro llamado VIRTIS. Y lo que ha desvelado es que las corrientes se mueven de una forma extraordinariamente rápida y violenta. Venus es un mundo huracanado. Especialmente al atardecer. "En una latitud que comprende desde el ecuador hasta los 50 o 55 grados al sur, la velocidad de los vientos varía muchísimo, desde 370 kilómetros por hora a una altura de 210 kilómetros, hasta los 210 kilómetros por hora a altitudes de unos 45 a 47 kilómetros", ha indicado este experto español.

A latitudes mayores que 65 grados, los patrones de los vientos forman los característicos vórtices de los huracanes, en los que las nubes son empujadas a una velocidad más regular, independientemente de la altura a la que estén situadas. Y en este polo sur, se encuentra un vórtex que tiene una anchura de 2.000 kilómetros, y que, en palabras de Giusepe Picioni, uno de los principales investigadores de VIRTIS, es "parecido al que ves cuando quitas el tapón de la bañera de tu casa" (suponiendo que la bañera esté llena de agua, claro).

Las nubes que han actuado como chivatos de la furiosa atmósfera venusiana no son de vapor de agua, sino de minúsculas gotitas de ácido sulfúrico, junto con otros aerosoles. Forman una capa muy gruesa, entre 45 y 70 kilómetros del altura, que es la responsable de las altas temperaturas de Venus en la superficie de unos 460 grados centígrados. Sanchez-Lavega publicará estos resultados en la revista Geophysical Research Letter Journal.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¿Primer planeta extrasolar fotografiado directamente?

Esta imagen puede ser histórica, si finalmente sus autores demuestran tener razón: la estrella grande se llama 1RXS J160929.1-210524. Desde luego, no tiene nombre aún, pero es una estrella joven, bastante parecida a nuestro Sol. Se encuentra a unos 500 años luz de nosotros, es decir, a la vuelta de la esquina, astronómicamente hablando, un año luz equivale a 9,4 billones de kilómetros, casi nada.

Sin embargo, alrededor tiene un objeto que no es otra cosa que un planeta, aseguran tres astrofísicos de la Universidad de Toronto. Un mundo grande, ocho veces mayor que Júpiter, que está separado de la estrella 330 veces la distancia que nos separa a nosotros de nuestro sol (unos 150 millones de kilómetros...multiplicados por ese número).

Gracias a un nuevo telescopio

"Es la primera vez que hemos sido capaces de observar directamente un objeto con masa planetaria en una órbita alrededor de una estrella parecida a nuestro sol", ha comentado David Lafrenière, uno de los autores, que ha enviado este trabajo a la revista Astrophysical Journal. La imagen es fruto de las observaciones llevadas a cabo con el telescopio Gemini en el Observatorio de Mauna Kea en Hawai.

Estamos, pues, en los principios de algo que puede ser aceptado o rechazado. Pero la especulación resulta muy tentadora. Hasta ahora, los planetas extrasolares que se habían detectado eran mundos tan grandes o más que este objeto, pero con la característica que orbitaban estrellas enanas marrones: bastante moribundas y poco brillantes, lo que hacía más fácil detectar a sus súbditos planetarios. En otros casos, se habían descubierto planetas huérfanos, sin sol que les acompañase.

Diversidad de mundos

Pero este mundo y su estrella constituyen una sorpresa. "Este hallazgo no es más que un recuerdo de toda la diversidad de mundos que no espera ahí fuera", ha explicado Ray Jayawardhana, otro de los autores. "Nos dice además que la naturaleza tiene más de una forma de producir compañeros planetarios alrededor de estrellas ordinarias".

Con una salvedad: estos expertos pueden equivocarse. Aunque los datos muestran que el planeta es un cuerpo frío y con una masa relativamente pequeña, y que está a la misma distancia de nosotros que la que nos separa de esa estrella, llevará cerca de dos años verificar si efectivamente se trata de un mundo preso por la gravedad de ese sol en una órbita estable. "Sería prematura ahora afirmar que el objeto está definitivamente orbitando la estrella, pero las evidencias son bastante fuertes", ha indicado Lafrenière.