miércoles, 19 de marzo de 2008

Detectan agua y metano en un planeta que está fuera de nuestro sistema solar

La atmósfera de un planeta extrasolar, a 63 años luz de distancia, en la constelación Vulpecula, contiene metano y vapor de agua, según una investigación publicada hoy por la revista científica "Nature".

Estos resultados de los científicos del Instituto de Tecnología de California y de la Universidad de Arizona (EEUU) ayudan a construir una mejor idea de los procesos químicos y atmosféricos del planeta extrasolar, llamado HD 189733b.

Investigaciones anteriores sugerían que en su atmósfera podía haber agua, pero este estudio lo confirma y detecta además la presencia de metano, aunque no se ha encontrado monóxido de carbono, una sustancia que se pensaba abundante en la capa superior de la atmósfera.

Gracias al telescopio Hubble Space, que utilizó una técnica de ondas infrarrojas para determinar el espectro de transmisión, se han captado alteraciones químicas en las condiciones atmosféricas que han permitido a los científicos reunir la información clave para confirmar la presencia de metano y vapor de agua.

El planeta, del tipo "Júpiter caliente", está hecho de gas, como el gigante de nuestro sistema solar, pero su órbita está mucho más cercana a la estrella. Tiene una masa un 0,15 superior a la de Júpiter y los astrónomos calculan que la temperatura de su superficie es de varios cientos de grados.

viernes, 14 de marzo de 2008

Telescopio Spitzer encuentra agua y gases en una zona de formación planetas

El telescopio espacial Spitzer de la NASA ha descubierto la presencia de grandes cantidades de gases orgánicos simples y vapor de agua en una zona de formación de planetas, reveló hoy el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.

Tanto los gases orgánicos como el vapor de agua giran en forma de disco alrededor de una nueva estrella, lo que constituye una prueba de que esas moléculas se crearon allí, señala JPL en un boletín. Añade que el descubrimiento fue posible gracias a un aumento de la capacidad del telescopio que permite mejorar la visión de las primeras etapas en la formación de los planetas, lo cual podría aumentar el conocimiento sobre el origen de nuestro sistema solar y el potencial de vida en otros.

Esa capacidad fue lograda por John Carr, científico del Laboratorio Naval de Investigaciones (Washington) y Joan Najita, del Observatorio Nacional Optico, en Tucson (Arizona).

Discos protoplanetarios

Para ello utilizaron el espectrógrafo infrarrojo de Spitzer con el que midieron y analizaron la composición química de los gases de discos protoplanetarios. Esos discos son masas de gas y polvo que giran en torno a una estrella joven y los científicos creen que son el material básico para la formación de planetas y lunas, que después de miles de millones de años se convierten en sistemas planetarios como el nuestro.

El punto de observación fue la zona de la estrella AA Tauri, que tiene menos de un millón de años y es un ejemplo típico de las estrellas jóvenes con discos protoplanetarios.

Con su nuevo procedimiento los científicos detectaron moléculas orgánicas simples, como cianuro de hidrógeno, acetileno y dióxido de carbono, además de vapor de agua.